El sector de Venta Directa tiene un reto particular, puesto que se trata de un trabajo minucioso que inicia con una hoja de pedido que sale del WMS (Sistema de gestión de almacenes, en español) y que viaja hasta un PDA para indicarle al “sacador” de la línea qué productos debe sacar de los anaqueles y colocarlos en la caja de despacho. La caja con unidades de distintos tipos de productos viaja a distintas zonas hasta llegar a las manos del cliente final que, en este caso, son consultoras de belleza.